Verbalización de la información: el intercambio informal como catalizador de los procesos de diseño
EL EJERCICIO PROFESIONAL

«Estamos al borde de perder lo que hace a la arquitectura, arquitectura: la conversación cotidiana e improvisada que hace de nuestra disciplina algo aún más grande.»[1]

Es difícil encontrar espacios dentro de la ciudad donde los arquitectos puedan exponer sus pensamientos, convicciones, puntos de vista, procesos de diseño o estructuras de trabajo. La formación del arquitecto se polariza entre las universidades y los estudios de diseño, dejando de lado escenarios en donde se intercambian experiencias dentro de ambientes casuales. El exceso de formalidad hace que la arquitectura solo se valore dentro de sí misma, desconectada de la sociedad y cada vez más lejana de los ciudadanos y de los mismos profesionales.

La formación del arquitecto se limita a ecosistemas de adoctrinamiento en instituciones académicas, cuando esta debería aprovechar los medios físicos y digitales para enriquecerse día adía. La decadencia de la conversación de la arquitectura se refleja en la ausencia de revistas de opinión, de foros activos y de la presencia de arquitectos en debates ciudadanos en Quito. La explotación de las redes sociales, blogs, plataformas y de espacios de encuentro es mínima, exhibiéndola falta de interés del colectivo por retomar el rol cultural y político de la profesión. La transmisión de conocimiento en la arquitectura debe ser resonante, no parlante[2]. Es decir, no somos expositores frente a una audiencia, sino que somos interlocutores dentro de una multitud.

Al asumir la importancia del intercambio verbal (no textual) dentro de los procesos de diseño, los arquitectos no solamente son capaces de enriquecer sus diseños a través del uso de información compartida por experiencias ajenas. Sino que la verbalización de la información pretende devolver la importancia que tiene la conversación dentro de los procesos de diseño profesionales y académicos. Las estructuras actuales en el diseño y construcción albergan interacciones de numerosos agentes, que pueden o no estar familiarizados con las temáticas teóricas de la profesión. Es por esto por lo que, con la influencia de otras profesiones dentro de la arquitectura, y con la necesidad de llegar a convenios entre las partes, la conversación y el aspecto verbal de la misma es vital para subsistir dentro de los procesos de negociación. Al alejarse de un lenguaje estricto e ideológico, el arquitecto puede ser capaz de transmitir sus ideas y principios de manera concreta, permitiendo la evolución de los procesos proyectivos.

Nuestras preocupaciones, experiencias, aprendizajes y conocimientos deben ser trasladados y traducidos en espacios y plataformas como esta. En donde más allá de las posturas o tendencias, los temas relevantes en la contemporaneidad de Quito sean debatidos, contrastados, enfrentados y más que nada conversados.

[1] Robert Somol. “PassIt On…” Log, no. 3, 2004, pp. 5-8.
[2]Robert Somol, Sarah Whiting. “Okay, Here’s The Plan...” Log, no. 5, 2005, pp. 4-7.

la CIUDAD

Complejo arquitectónico-paisajístico Hotel Quito.
¿Qué sigue?

Mauricio Luzuriaga
Palabras claves: Quito, patrimonio cultural.
EL LUGAR

La apropiación forzosa del escaso espacio público

Isabel Orquera
Palabras claves: espacio público, apropiación forzosa.
EL EJERCICIO PROFESIONAL

La verbalización del arquitecto

José Coba
Palabras claves: ejercicio profesional, arquitecto.
la educación

Inicios de la educación del arquitecto

Diego Oleas
Palabras claves: educación del
arquitecto.